Durante el periodo de hospitalización, el fisioterapeuta debe proporcionar al niño un control o manejo postural para prevenir las contracturas articulares. Junto con el equipo de enfermería, tiene que animar los padres a coger a su hijo, porque pueden tener miedo y sentirse inseguros en el manejo.
Según las posiciones que adopte el niño y su capacidad muscular, que dependerá del nivel de lesión medular, es posible que con el tiempo se desarrollen en muchos niños contracturas en flexión de cadera y rodilla. Los niños físicamente sanos suelen mantener un flexo de caderas fisiológicos en el periodo neonatal que desaparece durante los primeros meses, pero el niño con espina bifida (L1-L2-L3-L4), que no tiene extensores activos de cadera, necesita contrarrestar la postura fetal flexa. Por ello, es necesario enseñar a las familias y al equipo de enfermería ejercicios y pautas de control postural en la incubadora. Hay que tener en cuenta que los padres pueden ser bombardeados por instrucciones e informaciones de varios especialistas; por tanto, saber canalizar toda la información es primordial en este primer periodo.
Bibliografia / Fisioterapia en Pediatría - L.Macias Merlo. J. Fagoaga Mata.