Las consecuencias más graves son la obstrucción de la vía aérea, el shock séptico, la rotura del absceso en la vía aérea que produce neumonía por aspiración o asfixia, la mediastinitis, la rotura de la arteria carótida y la tromboflebitis supurativa de las venas yugulares internas (síndrome de Lemierre).
Signos y síntomas
Los signos y los síntomas suelen estar precedidos en los niños por una infección aguda de las vías aéreas superiores y en los adultos, por la ingestión de un cuerpo extraño o una intervención instrumental. Los niños pueden presentar odinofagia, disfagia, fiebre, linfadenopatía cervical, rigidez de nuca, estridor, disnea, ronquidos o respiración ruidosa o tortícolis. Los adultos pueden manifestar dolor cervical intenso, pero el estridor es menos frecuente. La pared faríngea posterior puede protruir de un lado.